Dirigida por Olly Blackburn y estrenada en 2014. Nos
enseña la vida de una adolescente universitaria en el campus; Justine, deberá
enfrentarse a una secta de chiflados que intentarán cazarla como a una presa
durante la festividad de acción de gracias.
La película permite pasar un momento de terror en los zapatos de la
chica, que la secta de chiflados percibe como su próxima “Kristy”, es decir, su
próximo sacrificio ritual. Kristy debe ser una chica bien portada, frágil,
preferiblemente que represente la pureza de Cristo, de ahí que se apode
“Kristy” a todas las víctimas. La policía sigue buscando a los culpables de las
matanzas, que parecen seguir el patrón de homicidios de un asesino en serie.
Nadie ha podido vislumbrar que todo se trata de las hazañas de una secta. La
secta aprovecha la festividad de acción de gracias para ir detrás de Justine, a
quien han estado vigilando discretamente desde hace un buen tiempo, pues más
adelante se muestra que han tomado varios vídeos de ella, y una vez que
consigan darle de baja, tendrán que registrar el crimen. Una de las cosas más
incongruentes que suceden en la película es el hecho de que ella súbitamente
haya rechazado la oferta de su compañera de pasar la festividad con ella y su
familia. Si hubiese pasado aquella festividad con su amiga, quizás no habrían
tenido facilidad para atraparla. Lo que lleva a otra incongruencia de la
película; por qué dejar abandonado un campus universitario a merced de unos
pocos guardias de seguridad. Dado que en Estados Unidos suceden muchas cosas en
las épocas de festividad, habría sido una completa falta de responsabilidad no
poner al menos unos cuantos policías a cargo del lugar. O, en el momento en que
asesinan al personal a cargo del campus, parece difícil de creer que la
universidad no haya tenido una alarma que alertara a los policías. Incluso el
guardia de seguridad se dio cuenta de que se habían entrometido, y para eso
tuvieron que haber pasado por encima del gran portón eléctrico. Eso debió haber
sido un motivo suficiente para llamar a la policía. De todos modos, Justine, que
no tiene un solo familiar -al parecer ni uno solo-, pasa aquellos días sola, y
acude en un momento al supermercado donde por vez primera tiene un encuentro
con una de las miembros de la secta, que amenaza al tendero para que le de
gratis unos lentes que ha encontrado por ahí. Justine le paga los lentes a esta
mujer, y luego ambas se encaminan en una persecución en auto hasta la
universidad. Justine consigue llegar y su novio la llama, y le pregunta cómo
está y si se encuentra bien. Pero aquí, aparece otra de las incongruencias.
Ella acaba de ser perseguida por una loca que casi la asesina, ¿por qué no le
contó al novio? El novio llega después a la universidad a pesar de que ella le
dijo que todo estaba bien, como si hubiese sabido predecir el futuro, en lo
cual radica una improbabilidad alta. Y al igual que sucede casi siempre en las
películas, el novio es asesinado por una de las miembros de la secta. Para el
momento en el que el llega los tres chiflados ya se han escabullido para entrar
a la universidad y ya están en la caza de Justine. La muerte inesperada de
Aaron despierta el instinto de venganza en la protagonista, y las secuencias
que siguen son de ella usando métodos “inteligentes” para matarlos. La película
tiene demasiadas inconsistencias desde el inicio, sin embargo, es muy
entretenida y se puede llegar a sentir algo de “suspenso”. Es mediocre, pero no
aburre.
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